Las cuevas de Menga y Viera
Mi lugar favorito de Antequera son los dólmenes de Menga y Viera situados a las afueras de mi ciudad. Estos dólmenes de la Prehistoria están formados por grandes bloques de piedra superpuestos entre sí. Las piedras que forman las cuevas son enormes y muy pesadas. Dentro de uno de estos dólmenes, concretamente en el de Menga hay un profundo pozo, vallado por una reja de seguridad. Rodean este pozo altas y anchas columnas. En el dolmen de Viera existe un largo y estrecho corredor hasta la entrada de este. Varios dibujos decoran las gruesas paredes de las cuevas. Ambos dólmenes fueron utilizados durante largos años para celebrar distintos rituales o como sepulcros. Cuenta una vieja leyenda que un larguísimo, estrecho y bajo pasillo recorre la ciudad de Antequera y comunica los dólmenes con su castillo. Una curiosidad del dolmen de Menga es que está orientado hacia la Peña de los Enamorados (montaña sagrada en aquella época) mientras que la mayoría de dólmenes andaluces están orientados hacia el este por donde sale el Sol. Me parecen impresionantes estas construcciones por la firmeza de sus piedras y por lo difícil que debió ser en aquella época su construcción, trasladar las pesadas piedras hasta la afueras, sin ayuda de ningún mecanismo. Por lo bellos que son creo que deben ser protegidos para que se conserven durante muchos años. Yo he tenido la suerte de visitar estos monumentos megalíticos, quedé maravillada y espero que todos sus visitantes también.