lunes, 30 de enero de 2012

Descripción lugar de Antequera


Las cuevas de Menga y Viera
Mi lugar favorito de Antequera son los dólmenes de Menga y Viera situados a las afueras de mi ciudad. Estos dólmenes de la Prehistoria están formados por grandes bloques de piedra superpuestos entre sí. Las piedras que forman las cuevas son enormes y muy pesadas. Dentro de uno de estos dólmenes, concretamente en el de Menga hay un profundo pozo, vallado por una reja de seguridad. Rodean este pozo altas y anchas columnas. En el dolmen de Viera existe un largo y estrecho corredor hasta la entrada de este. Varios dibujos decoran las gruesas paredes de las cuevas. Ambos dólmenes fueron utilizados durante largos años para celebrar distintos rituales o como sepulcros. Cuenta una vieja leyenda que un larguísimo, estrecho y bajo pasillo recorre la ciudad de Antequera y comunica los dólmenes con su castillo. Una curiosidad del dolmen de Menga es que está orientado hacia la Peña de los Enamorados (montaña sagrada en aquella época) mientras que la mayoría de dólmenes andaluces están orientados hacia el este por donde sale el Sol. Me parecen impresionantes estas construcciones por la firmeza de sus piedras y por lo difícil que debió ser en aquella época su construcción, trasladar las pesadas piedras hasta la afueras, sin ayuda de ningún mecanismo. Por lo bellos que son creo que deben ser protegidos para que se conserven durante muchos años. Yo he tenido la suerte de visitar estos monumentos megalíticos, quedé maravillada y espero que todos sus visitantes también.

martes, 3 de enero de 2012

Mito

Un mito es una narración protagonizada por dioses o por héroes con las que se pretende dar una explicación del mundo.

Leyenda

Una leyenda es una narración sobre lugares, personajes o hechos reales a los que la fantasía popular ha añadido elementos mágicos.
                        
                  Leyenda de la Laguna de las Yeguas en Granada
 Cuenta una extraña historia que, durante el periodo de deshielo, un pastor apacentaba su rebaño junto a la Laguna de las Yeguas. Estaba en sus quehaceres cuando escuchó una espantosa voz, profunda y tenebrosa, que clamaba por salir de su encierro, al tiempo que otra respondía que todavía no era tiempo, pues su maldad era aún muy grande. No pudo el buen hombre huir, pues el horror había paralizado su cuerpo y así, vio como dos magos se acercaron a la laguna y tras entonar una extraña salmodia y hacer signos cabalísticos lanzaron una red, sacando de las aguas una yegua blanca de gran belleza. Volvieron a lanzar la red por segunda y tercera vez, sacando sucesivamente una yegua azul y otra negra, tras lo cual, una profunda decepción se pintó en sus rostros. El caballo rojo se dijeron, aquel que hará invencible a quién lo posea, nos ha esquivado nuevamente. Habrá que esperar hasta el próximo deshielo y desaparecieron. Se escuchó entonces un prolongado silbido que provenía de la laguna y enderezando sus orejas, las yeguas se lanzaron al galope, volviendo a sumergirse en la profundidad de sus aguas.